HISTORIA DE KOKORO INDIGO CULTURE.Parte III: ¿Por qué queríamos hacer una tina de fermentación?


Marzo 2021

¿QUÉ TINA DE INDIGO PUEDO HACER?: ¿POR QUÉ QUERÍAMOS HACER UNA TINA DE FERMENTACIÓN?

Los motivos por los que queríamos hacer una tina de índigo fermentada son dos principalmente:

  1. En un principio,  pensamos que los problemas de que el teñido apareciera entrecortado podrían resolverse haciendo una tina que no usara grandes cantidades de cal.
  2. Y segundo, y quizás lo más importante, realizar cubas con métodos fermentados para nosotras supone lo último en entender el proceso de teñido con índigo. Es el proceso tradicional más antiguo en el que se utilizan bacterias para reducir el índigo.

Existen muchos tipos de tinas de fermentación. Las más conocidas en el mundo del índigo, son las que se realizan con hojas compostadas. En Francia, se conocen como cogagnes, y se realizan con la isatis tinctoria (Glasto), en Japón se conoce como sukumo, o  gara en África occidental.

Foto1: Bolas de Isatis tinctoria. 

Estas tinas con hojas compostadas de índigo son además de la fuente del tinte, la fuente de bacterias que resulta en la fermentación de la tina.

Sin embargo, existen otros procedimientos de cubas de fermentación tradicionales. En India e Irán, encontramos las cubas descritas en el magnífico libro publicado en 1987 por Bijoy Mohanti donde describen los procesos tradicionales de teñido de su país, las cubas dulces de la India que utilizan la Cassia tora,  o las cubas de Centro y Sudamérica donde combinan decocciones de una combinación de plantas que contribuyen a una fermentación biológica y a la obtención de colores

Foto2: Flor de la tina de índigo de tina de Norte de África. 

Este tipo de cubas son las más tradicionales y las menos tóxicas de las opciones anteriores que utilizamos, además que con los cuidados necesarios, se pueden mantener indefinidamente.

También pueden presentar INCONVENIENTES en cuanto que son cubas de acción lenta, algunas de ellas, tardan semanas en poder estar activas para teñir y requieren de calor constante. También crean sedimentos y el olor a veces puede resultar molesto.

Son cubas que requieren tiempo y atención constante para reequilibrar, es decir para alimentar a las bacterias de la fermentación

El cuidado de las tinas de fermentación se hacen en base a tres principios que requieren de un monitoreo constante

  1. Alcalinidad: Las tinas de fermentación no requieren la alta alcalinidad que es necesaria para las tinas de reducción rápida, que funcionan mejor a un pH cercano a 12.0. Las tinas de fermentación requieren un pH entre 9 y 10. Existen varias fuentes alcalinas: lejía de ceniza de madera, carbonato de sodio, potasa y cantidades muy pequeñas de cal (hidróxido de calcio) o lejía (hidróxido de sodio) para controlar el pH. El ph necesita un monitoreo constante y cuidadoso. En los primeros días, cuando comienza la fermentación, el pH bajará.

Los papeles de pH no son lo suficientemente precisos para discernir las fluctuaciones del pH.. Debido al pH relativamente bajo, estas tinas son  adecuadas tanto para fibras de celulosa como de proteínas sin temor a dañar los textiles.

  1. Material orgánico para fermentación: Existen diversos materiales que inducen a la fermentación. Una de las más conocidas, quizás, es  la raíz de rubia que se ha utilizado tradicionalmente como fuente de fermentación bacteriana. Los tintoreros de índigo solían utilizar la raíz que ya se había utilizado para teñir de rojo. Una vez que se han extraído los tintes rojos, el material vegetal sigue siendo una fuente viable para la fermentación.

Sin embargo hay a lo largo de la práctica de índigo fermentado en todo el mundo, existen muchas otras fuentes  de material para la fermentación orgánica: plantas y semillas (Casia tora en India, Morinda germinata en África, Lawsonia Inermis.., por ejemplo) e incluso  el  salvado de trigo.

 Tradicionalmente en Europa, las bolas de glasto se compostaban para extraer el pigmento y proporcionar bacterias para la fermentación, al igual que el sukumo en Japón. Cuando se introdujo la Indigofera tinctoria desde la India, el glasto se usaba con más frecuencia para impulsar la fermentación, en lugar de ser la fuente principal de tinte.

  1. Temperatura: La temperatura ideal para la fermentación es de 27 a 32° C. Los climas cálidos son el entorno natural para fabricar y mantener estas tinas. Se pueden mantener  a temperatura constante con calentadores sumergibles, controlando diariamente que la temperatura se mantenga en condiciones óptimas.

Creemos que para una persona tintorera seria, a largo plazo,  las tinas de fermentación son una alternativa viable. Requieren más tiempo y atención, pero toleran perfectamente un tiempo de inactividad tras el cual con paciencia, se puede volver a reactivar. Se cubren, se quita el suplemento de calor y se dejan estar. Para volver a reactivar, se controlará el ph y se ajustará si es necesario. Si el color es débil, se volverá a alimentar, remover y agregar calor y se esperará un día antes de probar el teñido nuevamente.   

Para nuestros propósitos, el problema de la decoloración parece resolverse con el uso de tinas de fermentación.

Foto 3-4: Diseños realizados por Kokoro Indigo Culture & Crafts en tinas de fermentación. Estudio de  David Santandreu.

 Esto, junto  con un lavado exhaustivo de las fibras antes de teñir sin usar carbonatos, la realización de inmersiones cortas en la tina (un buen teñido se realiza en varios días) y un lavado también exhaustivo posterior, parece ser que ayuda a que el tinte penetre mejor en los tejidos y que se pueda garantizar una durabilidad de teñido mínima de 30 años.

 Y después de todo esto, ¿qué tina de índigo elegir? Creemos que elegir una tina de índigo u otra es una decisión personal y lo que es un beneficio para una persona también puede ser un factor decisivo para otra.

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